Embarazo y dolor de espalda, lo que debes saber

2018-07-17


El dolor en la espalda es una de las afecciones más comunes en el embarazo, sin embargo se trata de una situación especial en la cual el cuerpo femenino debe adaptarse al crecimiento del bebé dentro del útero y hacer algunos esfuerzos. A esto se le deben sumar distintos factores como el estiramiento de la piel del vientre, la reacomodación de los órganos y una curvatura pronunciada (lordosis) que se da de forma natural durante el embarazo y la tracción que se ejerce sobre ligamentos de las articulaciones de la cadera.

Respecto al impacto de la gestación en las articulaciones, especialmente las de la cadera, también se debe tener en cuenta que existen otros factores que afectan esta área del cuerpo; por ejemplo, la secreción de relaxina, una sustancia que genera cambios en la movilidad articular y que hace los ligamentos de la cadera más laxos, para poder soportar las cargas, movimientos y estiramientos propios de la gestación. Este cambio puede generar algunos dolores.

Así mismo, la lordosis, se da en la parte baja de la espalda y genera un arco que empuja hacia adelante el cuerpo, por lo que la madre debe compensar este desplazamiento del centro de gravedad en el tronco con otros mecanismos corporales, el peso del niño va aumentando progresivamente, al igual que cantidad de agua y el tamaño de otras estructuras propias del desarrollo del embarazo que se enfocan en la zona pélvica.

Es común que el dolor del embarazo inicie alrededor del cuarto mes y se prolongue hasta las etapas finales, a veces puede desaparecer o aminorarse en el periodo posparto.

Recomendaciones

  • Adaptar hábitos de higiene postural
  • Mantener la cabeza erguida y evitar comprimir las estructuras torácicas y del vientre.
  • Preguntar al médico por estrategias para mantener la postura adecuada y evitar dolores mediante ejercicios corporales ejercicios, métodos de respiración y posturas que ayuden a disminuir las tensiones acumuladas en el cuerpo.
  • Evitar el uso de tacones y equilibrar el peso con las piernas separadas y zapatos que brinden soporte al pie, tampoco se debe utilizar calzado demasiado apretado.
  •  Repartir pesos de cargas como bolsas de mercado de forma equitativa, evitar utilizar bolsos pesados y que puedan desbalancear la postura o generar demasiado peso en un solo hombro.
  • No permanecer en posiciones estáticas durante mucho tiempo para permitir la circulación sanguínea y evitar dolores o dificultades de la circulación sanguínea.
  • Utilizar almohadas entre las rodillas y si es necesario en el abdomen, si es recomendado por el médico.
  • Pregunte a su doctor cual es la forma adecuada para levantar pesos (que no deben ser excesivos)

Estas recomendaciones no reemplazan una consulta médica, siempre debe preguntar al profesional especializado en salud, para evaluar su caso particular. Recuerda que el embarazo es una situación especial en la cual el cuerpo debe adaptarse a nuevas posturas y que cada uno de los cuidados que la madre toma influye en su vida y la del bebé.


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