Cáncer de seno. Equipos y nueva tecnología para detección oportuna.

2017-08-09


Una de las formas más tradicionales que se han usado para la detección de cáncer de seno es la mamografía. En este procedimiento se emite una radiación ionizante, la cual muestra una imagen anatómica del seno, convirtiéndose en invasivo para la persona que se lo realiza. Esto se debe a que el seno se coloca en una superficie plana donde se encuentra la placa de rayos x, en donde un compresor oprime el seno para poder recopilar una imagen nítida que permita ver el tejido mamario en su totalidad y así poder descubrir diferentes sintomatologías de cáncer mamario o diagnósticos similares. Aun así, el estudio anatómico de la mamografía es uno de los más eficaces para el diagnóstico de cáncer de mama. 

 

Sin embargo, existen otras alternativas para un diagnóstico oportuno del cáncer de mama que no generan ningún tipo de peligro para el paciente. Es el caso de la termografía no invasiva. Este procedimiento tiene como objetivo realizar una toma termográfica del seno que logre evidenciar patologías en el seno que van desde lesiones benignas y quistes, hasta tumores malignos, por medio de la fotografía térmica del seno, para la cual no se necesita ningún tipo de contacto. Este examen se lo puede realizar cualquier mujer sin tener restricción de edad y en el momento en que lo considere necesario. Por el contrario, la mamografía tradicional se la deben realizar mujeres de más de 45 años debido a los problemas que pueden generar la radiación de los rayos x en el cuerpo. Este tipo de exámenes sirven como una evaluación de riesgo preliminar que funciona como complemento de la mamografía tradicional pero no la reemplaza.

 

El proceso es simple. El paciente debe presentarse sin haber usado ningún tipo de cremas ni desodorantes a la hora del examen ya que pueden alterar los resultados. Se ubica frente a una cámara termográfica que mide la temperatura corporal la cual toma imágenes que sirven para tener un punto de comparación con imágenes de referencia. Cuando se presenta una anomalía en la zona mamaria, la termografía muestra un flujo de sangre que alimenta la zona afectada o sitios de calor anormal, e inmediatamente se realiza la comparación con el otro seno, ya que en el caso de los tumores malignos, estos no se manifiestan en el mismo sitio. Si hay una temperatura diferente en cada seno, puede significar que existe alguna anomalía y se debe complementar el examen con un ultrasonido o con una mamografía.

Estos nuevos métodos ayudan a aumentar la probabilidad de una detección más temprana de este tipo de enfermedades, ya que les permite a pacientes de menores rangos de edad acceder a esta prueba de tamizaje preliminar, ayuda a quitar el miedo a la realización de dichos exámenes, generan una mejor cultura de prevención en salud y presentan resultados exitosos. Actualmente ha ayudado a reconocer miles de casos a nivel mundial lo cual muestra un gran avance en la prevención y tratamiento oportuno del cáncer de seno.


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