¿Cómo duermen los niños?

2018-03-28


Aunque existen ciclos biológicos internos que nos indican cuando debemos descansar, obtener energía de los alimentos y efectuar labores específicas los niños, en especial los bebés, tienen requerimientos de sueño diferentes a los adultos respecto a los tiempos de pausa y actividad.

El ritmo de nuestras horas de sueño y vigilia se llama ciclo circadiano, está regulado por una parte del cerebro llamada hipotálamo, que tiene una gran influencia en el control hormonal de nuestro cuerpo y en la forma en que se desarrollan nuestras emociones. Los malos hábitos de sueño repercuten directamente en nuestra salud en la forma en que respondemos frente a las exigencias de la vida diaria.

Los estados de sueño y vigilia son diferentes en el caso de los bebés que pueden tener un gran porcentaje de descanso, se trata de periodos cortos de sueño interrumpido que en total generan una suma mayor a las 6 a 8 horas que duerme una persona adulta. Los primeros meses de vida, realmente un bebé cercanos a los tres meses puede dormir cerca de dos tercios del día con intervalos en los cuales está despierto por periodos breves de tiempo que a menudo indican la hora de comer.

Poco a poco y a medida que llega el primer año, estos momentos de sueño irán disminuyendo y serán reemplazados por periodos de descanso más largos pero menos interrumpidos, a medida que aumenta la capacidad de comunicarse y los niños empiezan a caminar estos momentos de sueño se reducen y los ciclos de dos tercios de dueño diario se acaban.

En la infancia temprana y la época escolar, los niños comienzan a tener una mayor actividad física pues adquieren conciencia de sus movimientos y comienzan a dominarlos, es por esto que quieren explorar el mundo y algunas madres tienden a pensar que sus hijos son híper activos, los niños de 4 o 5 años quieren aprender y conocer todo lo que los rodea. Por extraño que parezca aun tienden a dormir un poco más de las 8 horas diarias de un adulto, pueden pasar la mitad del día o un poco menos descansando es posible que este sueño se de en horas repartidas o divididas.

Entre los 6 y 10 años los niños comienzan a dormir cerca de 10 horas e incluso menos, así mismo en esta edad pueden comenzar los malos hábitos de sueño y los desórdenes en las rutinas de las actividades, se recomienda que antes de entrar en la pubertad se generen hábitos y horarios relacionados con el sueño y que los periodos de descanso sean regulares. Si existen actividades extracurriculares que el niño realice, es de gran importancia que estas tengan horarios fijos y regulares que deben ser respetados, esto también los ayuda a ser disciplinados, mejora su concentración y hace que las tareas extra no interfieran con las horas normales de sueño pues durante la pubertad es frecuente que se den alteraciones de los patrones de descanso.
 


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